miércoles, 19 de noviembre de 2008

Los talleres en palabras de sus animadores


En el taller de Violencia Familiar partimos de algunas ideas rectoras que nos facilitan delinear el trabajo. Estás son: en todo hogar donde hay violencia, en cualquiera de sus formas, todos los integrantes de la familia somos violentos. La diferencia con el integrante que pega, denigra, grita e insulta es que ése no sólo es violento sino que también es un delincuente porque está cometiendo un delito legalmente tipificado.
Trabajar sobre la violencia del otro no nos sirve ya que no lo vamos a poder cambiar e intentarlo es, de por si, un acto de violencia; lo que sí podemos hacer es revisarnos a nosotros mismos y decidir qué queremos hacer con nuestra propia violencia, si es posible transformarla en una energía constructiva.
Revisamos las diferentes formas de violencia que solemos utilizar discriminando cuando un acto o una actitud son violentos o no. Por ejemplo, el silencio puede ser utilizado como una actitud violenta si está dirigido a eliminar al otro con la indiferencia o como una actitud de defensa, cuando el otro está muy agresivo.
Hacemos este trabajo intercambiando nuestras vivencias, escenas violentas de nuestra vida, compartiendo nuestros sentimientos y lo que pensamos, revisándolas en cámara lenta, cuadro por cuadro para poder detectar dónde hubiéramos hecho otra cosa. En este proceso cada integrante del taller funciona como un espejo en el cual mirarnos y, reconocernos nos da la posibilidad de ver la situación de los dos lados del mostrador.
En nuestros talleres el coordinador también está atravesado por la problemática que se trata, lo que le da la posibilidad de coordinar el taller desde adentro y no desde afuera. No vamos a enseñar sino que vamos a aprender compartiendo.

Cristina Szymanski
Jueves 20hs Hall de Pediatría